COMPAÑERO Y AMIGO
Hoy que estoy solo en mi casa,
Quiero dedicarme un poco a ti,
para repasar juntos nuestra vida,
y aconsejarte como has de vivir.
Tú, compañero, pero ante todo amigo,
que piensas lo mismo que yo,
quiero expresarte con cariño,
lo que sentimos en nuestro corazón.
Tú, que desde pequeño has crecido,
en esta familia, que tan bien te educó,
es hora de que decidas por ti mismo,
pues ya eres lo suficiente mayor.
Si, ya sé que cuesta trabajo,
a mi también me costó.
¡Espabilemos y luchemos como
hermanos!
Y verás como todo será mejor.
Olvida las caricias y los mimos,
de los tuyos, cuando niño,
olvida tus caprichos absurdos,
que te impidieron ver la
realidad de este mundo.
Rebélate contra esta sociedad,
que te pone trabas constantemente.
Educa a ese niño que fijo mirará,
para ser un amigo en su mente.
Trátale con desprecio,
a ese pobre ignorante,
que si saber de qué va el rollo,
te ve con lástima por la calle.
para que aprenda de verdad,
la integración en la sociedad.
Demuestra con tus estudios,
lo que tu mente es capaz,
y persigue ese puesto de trabajo,
que con voluntad, conseguirás.
Pero no olvides nunca el calor
de nuestras grandes amistades.
Sin ellas no tendrás amor,
ni nada que pueda importarte.
Aunque lo consideren los demás,
como un pequeño “delito”,
a esa gran mujer la amarás,
siempre con un inmenso cariño.
Escucha bien los consejos,
que te da un gran compañero,
y que después de Jesús,
tu gran amigo quiere serlo.
RAFAEL AYALA MARÍN